En este piso del barrio donostiarra de Amara, el objetivo principal es el de eliminar el pasillo e incorporar la iluminación natural en el centro de la vivienda. Para ello, se dibuja una diagonal desde la entrada de la vivienda, ampliando el espacio diurno y consiguiendo una relación visual con la ventana de la fachada. Esta forma canaliza la luz hasta la entrada, y genera un único espacio diurno que acoge los usos cocina-comedor-salón. Por otro lado, los distribuidores de la entrada de la vivienda y el que da acceso a las habitaciones se distinguen del espacio principal, generando espacios más bajos y recogidos.